viernes, 17 de febrero de 2012

FUE EN CARNAVAL...

Hoy te recordé... Si haces memoria hace mas de 15 años fui a tu casa, tú haciendo honor a tu fama de Gitano, te paseabas por el pueblo. Tu hermana y mi hermano eran novios, recuerdo que en ese tiempo él me llevaba a todos lados, mi mamá decía que para cuidarlo, Joder! cómo la niña podría vigilar al mayor, al hombre de la casa? pero era su costumbre. Ella desesperadamente buscaba como molestarme, pero ese día solo consiguió hacerme mas feliz que nadie.

Recuerdo que eras un niño también pero te admiraba, la primera vez que te ví, estabas sobre una tarima, tenías 6 años y tu repertorio era de tal calidad que logró sacarme del aburrimiento que me provocaban esas campañas, me abrí paso entre la multitud y te miré... y me miraste. Para mi el mundo se paralizó, para ti fue solo un instante, una mas de los cientos que te escuchaban, le pregunté a mi mamá tu nombre y me dijo : "No se su nombre, pero es el hijo de Carmen"... Tú, llegaste a mi vida. Eras mi niño, ese día pasó y nuestras vidas se enrredaron, nunca mas te pudiste salir de ella.

Ese día plena visita de novios, ellos debajo de un árbol dandose amor, y yo tratando de ganarle a tu padre, no se sobre qué discutiamos, lo cierto es que siempre que hablo con él la conversacion se acalora, y el se ríe de ver mis ganas de salir victoriosa de esa plática, pero en medio de ese intercambio de ideas... te vi llegar, ya no eras un niño, tenías como 16 años, tu voz se había vuelto grave, "tienes el mismo tono de voz de Gustavo"... te dije; reiste sin prestarme mucha atencion a pesar que en tu "hola" y ese beso en la mejilla había mucho afecto. Olvidé completamente lo que me decía tu padre. Se detuvo mi lengua, se enrredaron mis pensamientos, solo quería oírte hablar.

Saliste de nuevo al patio, yo callada te llamaba con la mirada, Joder! no volteabas a verme, y moría triste de ganas de escucharte, luego de hablar con todos en la casa, te acercaste. Mi respiración se acelera de manera inesperada. Tus pasos, sobre la arena ni se escuchaban pero en mis oídos su sonido retumbaba. El sol en tu cabello, negro azabache, jugaba con el aire y recuerdo cada segundo porque para mi, ese día es inolvidable. Te sentaste a mi lado, sonreíste, me mirabas, no se cómo nunca descubriste que te amaba si sentía que mis ojos lo gritaban. Me hablaste, recuerdo que me preguntaste: ¿Por qué tan callada? yo solo sonreía, y te escuchaba. nos interrumpieron, tu mamá nos llamaba, almorzamos, empecé a creer que me habías saludado de último solo para estacionarte a mi lado y no buscar otra parada. Comimos juntos.

Recuerdo que me levanté a lavar la loza. Para mi era de mala educación no levantarla de la mesa y peor no lavarla, seguías a mi lado, no te separabas, recuerdo que me ayudaste a lavar y secar cada utensilio de ese delicioso almuerzo, ya tu mamá me miraba, como toda fiera que cuida y cela a su cachorro, yo solo sonreía, ellos sabían de mi sentimiento pero tú lo ignorabas, no podía hacer mas nada. Recuerdo que dijiste: "Carnaval"... Me mojaste la cara... te moje con rabia... Nos miramos y empezamos a reír... empezamos a correr, tú detras de mi, yo luego buscando venganza... Jugamos largo rato hasta que me derribé en una silla cansada, tu a mi lado, recostaste tu cabeza en mis piernas...Reíamos, recuerdo que tu mamá gritó algo por la ventana, ya sabes ella no comparte las celebraciones del carnaval, claro que tu tampoco pero fue la mejor excusa para pasarla bien y olvidarnos de los demas de la casa.


Llega la tarde y ese día de sueños y travesuras llega a su fin, se despide mi hermano, y... Mi alma lloraba, pero recuerdo que sonreí, saliste hasta el frente, recuerdo que saludabas, a unos amigos, unas amigas, a cualquiera que pasaba. Vimos a lo lejos el bús. Nos depedimos el uno del otro, de nuevo me dejaste para el final, de nuevo mi imaginación me hiso creer que asi debió ser, sentí que mi abrazo fue mas largo de lo que esperaba, por alguna razón me decías que no me fuera, sentí que te iba a hacer falta, ilusiones que tenia yo de ser alguien a quien tu amaras. Nos embarcamos y corrí al asiento trasero a verte por la inmensa ventana, coloque mi mano en el vidrio y tú dejaste la tuya levantada, como uniéndolas... como si a lo lejos siguieran entrelazadas.

El bus ganó distancia, bajaste tu mano, me senté desesperada, esperá unos segundos y me levanté buscandote desconsolada, y allí estabas... mirando y esperando que ya no nos divisaras, para entrar, para repasar el día, y yo, cerré los ojos y fingí dormir, para que asi mi mente guardara lo que hoy escribo mi Gitano del alma, no te ví mas hasta el día que caminaste al altar con otra mujer dejaste mi corazón roto, pero con ese recuerdo me qudo, y te digo que quedó guardado en lo profundo de mi alma...

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